miércoles, 21 de agosto de 2013

Este claro de luna...

se podría decir que es casualidad, pero eso es solo para los que no creen en nada....

Con esta luna llena, que tantas noches de verano con sabor a sal, a bochorno de agosto al principio y luego a frescor en la cara. Con olor a ceniza, a bajamar y a bruma de la mañana, me he encontrado de la mano de Claude Debussy un maridaje, al menos curioso.

No esta lejos de sonar raro la idea que me propongo, pero he de al menos sopesarla, pues si por maridaje entendemos el ensamblaje y, por su union, mejora de un vino y de un manjar, podemos aceptar, si sintetizamos este concepto, que estamos aumentando el placer por disfrute de los sentidos del olfato y el gusto.

Aquél que se aventure a seguirme llegado a éste punto, además de aceptar sin rechinarse que algo no funciona o funciona en demasía en su cabeza; pues a veces las genialidades surgen por esceso o por carencia y en ocasiones las considero absurdeces; tiene que aceptar la lidia con los sentidos restantes...

Es aquí donde aparece Claude....

Esa obra, elegante, refinada, dulce y seca, con una nariz sublime, tiene frágil pero noble y franca naturaleza. Es tonal, repite un esquema sencillo y puro. Llena sedosa la mente y la boca, crece en ella y es equilibrio en puntos ácidos y recuerdos que como la luna, a veces traen amargos...

Tiene un color que encierra el secreto de una nostalgia dorada que podría llegar a ser ambar cálido y brillante.

Si la escuchas  reposada, da calor, es untuosidad, se escucha hasta el brillo y la limpidez al girar en la copa, está hecha con las uvas más meticulosamente dejadas a su ventura y que por desatino han logrado ser gloria...

http://www.youtube.com/watch?v=ja7v4JTsLVw

No puedo otra cosa que brindar al oirlo, con un Sauternes Château D´Yquem 2002!

que maridaje ;)

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