Son muchas las botellas de vino en las que por algun lugar, a veces esquivo de la etiqueta, aparece el mensaje que da nombre a este blog.... Contiene Sulfito!
Me llama la atención, que por modas, tendencias, elaboración o vaya usted a saber qué motivos, hay quienes se atreven a afirmar que hay vinos que no los contienen...
Y no voy a entrar en la famosa discusión de si se deben añadir o no durante la recolección, en la fermentación o para estabilizar, que para eso cada maestrillo tiene su librillo.
Lo que quiero aclarar, para los que afrimen que hacen, distribuyen, compran o se beben un vino sin sulfitos, es que esa afirmación es falsa totalmente. Y no podría afirmar tal conflictiva sentencia sin explicar mi firme teorema.
" Durante la fermentación alcohólica, las levaduras necesitan azufre para su metabolismo. En el mosto de uva se puede encontrar por adición para empleo fitosanitario, o lo pueden tomar de aminoácidos, proteínas e incluso vitaminas.
Si se diera el caso de una viticultura exhaustiva y concienzuda sin adición de ningún tipo, los compuestos azufrados en en vino se seguirán encontrando, ya que por procesos biosentéticos de las levaduras se forman compuestos azufrados volátiles que formarán parte del vino con forma de ácido sufhídrico, mercaptanos, dimetilsulfuro por oxidación del metilmercaptano, ésteres del ácido tioacético...
Además, queda decir que la agricultura biológica como tal no exime el sulfitado, sólo lo regula durante el proceso para la fase de escurrido prensado, o a la salida de la prensa del mosto. Las dosis de SO2 se expresa en cantidades añadidas, o denominadas SO2 total, por lo que se acepta que és inherente al vino en su forma final con o sin adición.
En la elaboración de vinos biológicos está permitido el uso de anhídrido sulfuroso como conservante en pequeñas cantidades, y de ácido tartárico para corregir la acidez. Actualmente la legislación no permite dosis de sulfitado mayores a 140mg/l."
Una vez expuesto este teorema, aqui dejo mi corolario:
"Todos los vinos en mayor o menor medida contienen sulfitos, más allá de su procedencia, elaboración o doctrina, y que sean buenos, mejores o peores dependerá de otros factores"
Así que, no me toquen los Sulfitos!
sábado, 24 de agosto de 2013
miércoles, 21 de agosto de 2013
Este claro de luna...
se podría decir que es casualidad, pero eso es solo para los que no creen en nada....
Con esta luna llena, que tantas noches de verano con sabor a sal, a bochorno de agosto al principio y luego a frescor en la cara. Con olor a ceniza, a bajamar y a bruma de la mañana, me he encontrado de la mano de Claude Debussy un maridaje, al menos curioso.
No esta lejos de sonar raro la idea que me propongo, pero he de al menos sopesarla, pues si por maridaje entendemos el ensamblaje y, por su union, mejora de un vino y de un manjar, podemos aceptar, si sintetizamos este concepto, que estamos aumentando el placer por disfrute de los sentidos del olfato y el gusto.
Aquél que se aventure a seguirme llegado a éste punto, además de aceptar sin rechinarse que algo no funciona o funciona en demasía en su cabeza; pues a veces las genialidades surgen por esceso o por carencia y en ocasiones las considero absurdeces; tiene que aceptar la lidia con los sentidos restantes...
Es aquí donde aparece Claude....
Esa obra, elegante, refinada, dulce y seca, con una nariz sublime, tiene frágil pero noble y franca naturaleza. Es tonal, repite un esquema sencillo y puro. Llena sedosa la mente y la boca, crece en ella y es equilibrio en puntos ácidos y recuerdos que como la luna, a veces traen amargos...
Tiene un color que encierra el secreto de una nostalgia dorada que podría llegar a ser ambar cálido y brillante.
Si la escuchas reposada, da calor, es untuosidad, se escucha hasta el brillo y la limpidez al girar en la copa, está hecha con las uvas más meticulosamente dejadas a su ventura y que por desatino han logrado ser gloria...
http://www.youtube.com/watch?v=ja7v4JTsLVw
No puedo otra cosa que brindar al oirlo, con un Sauternes Château D´Yquem 2002!
que maridaje ;)
Con esta luna llena, que tantas noches de verano con sabor a sal, a bochorno de agosto al principio y luego a frescor en la cara. Con olor a ceniza, a bajamar y a bruma de la mañana, me he encontrado de la mano de Claude Debussy un maridaje, al menos curioso.
No esta lejos de sonar raro la idea que me propongo, pero he de al menos sopesarla, pues si por maridaje entendemos el ensamblaje y, por su union, mejora de un vino y de un manjar, podemos aceptar, si sintetizamos este concepto, que estamos aumentando el placer por disfrute de los sentidos del olfato y el gusto.
Aquél que se aventure a seguirme llegado a éste punto, además de aceptar sin rechinarse que algo no funciona o funciona en demasía en su cabeza; pues a veces las genialidades surgen por esceso o por carencia y en ocasiones las considero absurdeces; tiene que aceptar la lidia con los sentidos restantes...
Es aquí donde aparece Claude....
Esa obra, elegante, refinada, dulce y seca, con una nariz sublime, tiene frágil pero noble y franca naturaleza. Es tonal, repite un esquema sencillo y puro. Llena sedosa la mente y la boca, crece en ella y es equilibrio en puntos ácidos y recuerdos que como la luna, a veces traen amargos...
Tiene un color que encierra el secreto de una nostalgia dorada que podría llegar a ser ambar cálido y brillante.
Si la escuchas reposada, da calor, es untuosidad, se escucha hasta el brillo y la limpidez al girar en la copa, está hecha con las uvas más meticulosamente dejadas a su ventura y que por desatino han logrado ser gloria...
http://www.youtube.com/watch?v=ja7v4JTsLVw
No puedo otra cosa que brindar al oirlo, con un Sauternes Château D´Yquem 2002!
que maridaje ;)
domingo, 4 de agosto de 2013
de la A....
Parece que no hay otra manera de empezar, que no sea por el principio.... Y por el principio como tal es hablando de la Vid y la Uva....
La verdad es que me quiero presentar, sobre todo para entender el porqué de este blog y el significado de las entradas... no es un blog pretencioso...es más, pretendo nada más que unas entradas de divertimento para hablar de algo que me gusta y con lo que disfruto. No sólo degustandolo, sino analizandolo minuciosamente con el olfato, el tacto, la vista, el gusto e incluso el oido....
Es de los sentidos, que nos son inherentes y primarios, tan imprescindibles y asumidos que nos pasan a veces inadvertidos en nuestras idas y venidas cotinarias, y que nos dan el instrumento para interpretar, de manera personal,un caldo vivo.
Por este motivo ya es totalmente sensato.
Pensar que el objetivo final de esta bebida espirituosa no es otro que satisfacer la sed de los placeres sería un sin sentido. También lo sería pensar, que la interpretación sensorial del vino en sí, signifique que tenga que ser individual.
Se encuentren los mismos aromas, las mismas virtudes, los mismos defectos o no..... Un vino se hizo para el placer, y en cualquier caso, todos los placeres son mayores si son compartidos.
Para algunos, entre los que a veces me incluyo, éste discurso puede que haya perdido el curso, pero como el vino líquido es, se desliza y mueve, se empapa e impregna en recuerdos, llena de aromas vectores conocidos y a veces sin nombre, seca y a duelas sepa....siempre vuelve para susurrar que el vino suena al caer, brilla y huele en la copa, sabe y roza en la boca; y hace una muesca en la manida memoria sólo si arranca en el gesto una sonrisa a los 5 con-sentidos.
Una vez expuesto esto, debo decir, en esta entrada poco verán de la Vid y la Uva, pero hay que empezar por el principio.
Que en muchas ocasiones los vinos, no te dan lo que se espera, pero si contienen lo que necesitas.
La verdad es que me quiero presentar, sobre todo para entender el porqué de este blog y el significado de las entradas... no es un blog pretencioso...es más, pretendo nada más que unas entradas de divertimento para hablar de algo que me gusta y con lo que disfruto. No sólo degustandolo, sino analizandolo minuciosamente con el olfato, el tacto, la vista, el gusto e incluso el oido....
Es de los sentidos, que nos son inherentes y primarios, tan imprescindibles y asumidos que nos pasan a veces inadvertidos en nuestras idas y venidas cotinarias, y que nos dan el instrumento para interpretar, de manera personal,un caldo vivo.
Por este motivo ya es totalmente sensato.
Pensar que el objetivo final de esta bebida espirituosa no es otro que satisfacer la sed de los placeres sería un sin sentido. También lo sería pensar, que la interpretación sensorial del vino en sí, signifique que tenga que ser individual.
Se encuentren los mismos aromas, las mismas virtudes, los mismos defectos o no..... Un vino se hizo para el placer, y en cualquier caso, todos los placeres son mayores si son compartidos.
Para algunos, entre los que a veces me incluyo, éste discurso puede que haya perdido el curso, pero como el vino líquido es, se desliza y mueve, se empapa e impregna en recuerdos, llena de aromas vectores conocidos y a veces sin nombre, seca y a duelas sepa....siempre vuelve para susurrar que el vino suena al caer, brilla y huele en la copa, sabe y roza en la boca; y hace una muesca en la manida memoria sólo si arranca en el gesto una sonrisa a los 5 con-sentidos.
Una vez expuesto esto, debo decir, en esta entrada poco verán de la Vid y la Uva, pero hay que empezar por el principio.
Que en muchas ocasiones los vinos, no te dan lo que se espera, pero si contienen lo que necesitas.
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